jueves, 2 de septiembre de 2010

Manteca unta el Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas con un mensaje de tolerancia

Es 31 de diciembre en la casa de Pucho, Celestino y Dulce, tres hermanos que viven en La Habana, Cuba. Ese día todo gira en torno a comenzar un nuevo año y una nueva vida, y ellos con personalidades e ideologías muy distintas entre sí, tendrán que decidir sobre si mantenerse fieles a ellos mismos o no. Esta es la historia de Manteca, obra del dramaturgo cubano Alberto Pedro Torriente, que a partir de este martes 31 de agosto a las 7:00 de la noche, podrá verse en el Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas (Av. México frente al Metro de Bellas Artes), con un montaje realizado por los venezolanos Teatro K producciones y Grupo Teatral Emergente, bajo la dirección de Morris Merentes. Con la producción ejecutiva de Jesús Delgado, la producción de campo de Osmeldy Alvino y la asistencia de dirección de Jesús Hernández, Manteca estará disponible al hasta el 30 de septiembre, de martes a jueves a las 7:00 de la noche. Ha sido catalogada como la obra que mejor refleja la realidad cubana entre los años 1990-1995, durante el denominado “período especial”, que atravesó la isla luego de la caída de la Unión Soviética (URSS), su principal socio comercial. Fue estrenada mundialmente en 1993 por el grupo Teatro Mío en la Sala Alternativa del Centro Cultural Bertolt Brecht de La Habana. El público venezolano disfrutó este montaje en el marco del Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITC) en 1995. En esta oportunidad, los actores venezolanos Ernesto Montero (Pucho), Jesús Delgado (Celestino) y Varinia Arráiz (Dulce), serán los encargados de representar la vida de estos tres hermanos, quienes se enfrentarán a una realidad que los aplasta, que los empuja a reflexionar sobre lo que puede hacerse y lo que no, lo que se aspira y lo que se calla, pero que en definitiva deberán coincidir en torno a un punto: la Manteca. El director de la obra, Morris Merentes, cuenta que conoció del trabajo de Alberto Pedro Torriente, fallecido en el año 2005, gracias a una vieja revista española que su papá consiguió en la basura. Allí, leyó Weekend en Bahía, obra de este autor cubano estrenada en 1987, y desde ese momento quedó atrapado, dice. “Decidí montarla, la estrené en 2007 en el Festival Creajoven, luego tuvo una temporada en 2008 y comencé a buscar otras obras de él. Me di cuenta que en Venezuela no existe, los que saben de Alberto Pedro son los de la vieja escuela... La nueva generación no conoce a este autor emblemático del teatro cubano contemporánero de las décadas de los ochenta y noventa. Decidi hacer una trilogía”. La versión que Merentes hace de Manteca, aunque tiene su visión, es fiel al texto original, señaló. “Estos tres hermanos tienen distintos pensamientos. Uno es comunista, estudió arquitectura en la Unión Soviética y se casó con una rusa; otro es artista y piensa diferente a él, por eso tienen cierto choque; y está la hermana, que es como la mediadora entre ellos dos, la que trata de mantener la casa en orden”, explica el director. Con música del percusionista cubano Chano Pozo, un solo acto y poco más de una hora de duración, Manteca se desarrolla alrededor de la mesa de un comedor. “Ahí ocurre todo. En la mesa discute la familia, en la mesa se ríe, comparten... Se hacen muchas cosas en la mesa”. El mensaje de Manteca, resalta, es de reconciliación de la familia, “porque a pesar de que tengamos diferencias, hay que respetar las posiciones de cada quien, la tolerancia debe existir en una familia, por la sangre”. El joven director Morris Merentes, comenzó su carrera en el teatro en el año 2000, en un taller para adolescentes, y a partir de ahí participó en varias experiencias y grupos. Hace cinco años entró a la agrupación Séptimo piso, con Dairo Piñeres como su maestro, y actualmente se desempeña como actor y director con su grupo: Teatro K Producciones, el cual inició su trayectoria en el año 2007. Ha participado en el Festival Creajoven (2008), el Festival Internacional de Teatro del Caribe Festicaribe, en Santa Marta, Colombia (2008); el Festival Internacional de Oriente FITO-2008 en Barcelona, estado Anzoátegui; y fue invitado especial al IV Festival de Teatro Universitario del Pedagógico de Caracas en junio de 2009. Por su parte, los coproductores de Manteca, el Grupo Teatral Emergente de Caracas, nacieron como Asociación Civil sin fines de lucro en febrero de 2009, pero ya venían trabajando desde el año 2006 en montajes profesionales de corte minimalista con textos originales de sus miembros. Tomaron parte del Festival Creajoven 2007 y el Festival de Teatro de Autor (FESTEA) 2009, obteniendo dos galardones. Para estas dos jóvenes agrupaciones teatrales, es un privilegio contar con un espacio como el Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, dado que le abre puertas a nuevas propuestas. “Los jóvenes estamos ahora en un proceso que no somos amateurs pero tampoco somos profesionales para estar en una sala, así nos catalogan aunque no nos sentimos así. Entonces se le da prioridad a los que tienen 30 o 40 años haciendo teatro y a nosotros se nos tiene un poco marginados”, expresó Merentes. Ya se encuentran en conversaciones para montar una nueva temporada de Manteca en octubre, en el teatro La Comedia (FEC), en el Sótano 1 de Parque Central. “Hoy día hay un auge bastante grande de querer hacer de los jóvenes, hay muchas agrupaciones pero hay muy pocas salas disponibles. Y de temas hay de todo: absurdo, comedia, de autor... Me gusta, porque hay una diversidad de pensamiento y cada quien ve lo que quiere”, enfatizó el director.

No hay comentarios:

Publicar un comentario